Michael Jackson Fans

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    Mi novela, All you have to do is dream

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    nathalie
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    Mi novela, All you have to do is dream Empty Mi novela, All you have to do is dream

    Mensaje por nathalie Vie Mayo 13, 2011 9:54 pm

    Nombre: All you have to do is dream
    Autor: Nathalie
    Genero: Romance - Drama
    Censura: Ninguna.
    Pareja(s): Se develaran en el transcurso de la historia
    Disclaimer (negación): Esta historia es de mi autoria, no es real, ni mucho menos conozco a Michael Jackson.
    Resumen:En ocaciones la vida te sorprende cuando menos lo esperas. La vida de Elizabeth ha cambiado por completo: un hecho imprevisible ha sacudido sus sentimientos.
    Con la muerte de su padre, la vida de Liz ha tomado un giro. Tras siete años de lo ocurrido, Elizabeth decide mudarse a los Ángeles, en donde comenzará una nueva vida, por ello decide trabajar de reportera el el periódico de su tío, pero un particular entrevistado derribará sus esquemas robándole el corazón , Michael Jackson.

    -----------------------------------------------------------

    Capitulo I;

    La primera vez que vi tu cara
    Pensé que el sol se elevó en tus ojos
    Y la luna y las estrellas fueron los regalos que le diste
    A la oscuridad y el cielo vacío.



    Hundida en la niebla, jadeante y sofocada, mi corazón latía a un ritmo desenfrenado, semejante a una bomba a punto de estallar en cualquier instante. – ¡Papá!, por favor, por favor no me dejes- sollocé- ¡ayuda!, ¡por favor!- intente pedir socorro, pero nadie me oía. Lentamente, como si de una película se tratara, observé impotente como mi padre se rendía. – ¡No!, ¡papi! ¡Papi!- aferre su cuerpo con todas mis fuerzas, queriendo retenerlo, aquí, conmigo. Pero nada sucedió, de pronto lo supe. Todo estaba perdido.

    Observe alrededor, pero ya nada conseguí ver. La espesa neblina solo revelaba ante mí las ramas de los árboles, desnutridas, ásperas y húmedas como manos esqueléticas tratando de atraparme. De repente un sonido estridente, continuo, se aproximó absorbiendo la espesa neblina, y a su paso el bosque entero.



    Desperté envuelta en llanto, completamente angustiada. Lentamente me apoyé sobre el respaldo de la cama, intentando calmarme. Una vez más ese sueño me atormentaba.
    Llevé mi mano hacia mi pecho y aferré el pequeño medallón en forma de corazón que me había regalado mi padre.
    Poco a poco mi mente recuperó la claridad y los sollozos comenzaron a cesar.

    Miré el reloj, ya eran casi las 9 de la mañana, por lo que decidí levantarme.
    Salí de mi cuarto en busca de mis amigas, pero claro, ambas ya se habían marchado.
    -Todos tienen algo que hacer excepto yo- medité. Desvíe la vista hacia el pequeño mesón que había en la sala y observé la fotografía de mis padres.
    En aquel instante lo noté, ¿Qué estaba haciendo?, nada, precisamente nada. Debía hacer algo de mi vida, ¿pero qué?... conseguir un empleo fue la mejor idea que se me ocurrió, ¿pero en que trabajaría?, volví a mirar el retrato y suspiré.

    De pronto algo se encendió en mi mente- ¡Tío George!- como no lo había considerado antes, de seguro el podría ayudarme. Tendría que alistarme rápidamente para llegar pronto al periódico.
    Me arreglé lo mas rápido que pude y me dirigí hacia mi habitación, abrí el armario y saque una falda, una blusa y un blazer que hacían juego y daban la impresión de “seria y elegante, pero no aburrida”.

    Me observé unos instantes en el espejo mientras acomodaba mis rizos, que con la luminosidad del día se veían aun más rubios. La verdad es que aquel conjunto me sentaba bastante bien. El color azul de la blusa hacía resaltar mi pálida piel, mientras que la falda y el blazer acentuaban mi delgada y proporcionada figura.
    Nuevamente le eché una mirada al reloj, ya eran cerca de las diez de la mañana, si no me apresuraba, probablemente no encontraría a George.
    Me dirigí hace la pequeña sala y le escribí una nota a mis amigas;

    Chicas, fui a buscar algún empleo, no se a que hora vuelva.
    Deséenme suerte, las quiero.
    Elizabeth.

    Tomé mi bolso y salí del apartamento. Tome un taxi y en menos de quince minutos ya estaba en frente del periódico. Al entrar no pude evitar sorprenderme por todas las personas que ahí se encontraban trabajando, lo que provocó que sintiera un poco de nerviosismo.
    Caminé hasta la oficina del director y toqué la puerta suavemente –Adelante- escuche decir. Entre al gran despacho y cerré la puerta a mis espaldas.
    -¡Tío George!- dije con una gran sonrisa.
    -¡Elizabeth, pequeña!, ¿como has estado?, ¡guau, si que has crecido! Ya no queda ningún atisbo de aquella niñita encantadora- dijo poniéndose de pie, a la vez que yo me acercaba a él para darle un gran abraso. Le observé por unos segundos y sentí como el corazón se me encogía. George era idéntico a mi padre. Traté reprimir las ganas de echarme a llorar, por lo que intenté bromear.
    -Bueno, creo que tu también has crecido bastante tío… deberías dejar de comer tanta carne eh- dije, al instante que él soltaba una gran risotada.
    -Cuéntame pequeña, ¿qué te trae por aquí?
    -Tío, la verdad es que te quiero pedir un favor- le respondí algo avergonzada.
    -Sabes que puedes pedirme lo que quieras Liz, recuerda que eres mi sobrina predilecta.- dijo mientras me guiñaba un ojo.
    -George, ¿tienes algún tipo de trabajo que puedas darme aquí en el periódico?, sé que no tengo experiencia, pero te aseguro que aprenderé rápido. Haré lo que tú me digas.
    -¡Claro que si pequeña!, veamos…que trabajo te puedo ofrecer…- medito durante algunos instantes, que para mi fueron eternos.- Serás mi nueva reportera y empezarás hoy mismo- dijo finalmente con una gran sonrisa en el rostro.
    -Esta bien tío, ¿Qué quieres que haga?, estoy lista para lo que tu digas.-le respondí optimista.
    -Entrevistarás a Michael Jackson.



    Capitulo II;

    -¡¿QUE?! ¡¿A MICHAEL JACKSON?!
    -No exageres pequeña, sé que lo podrás hacer.
    -¡Pero George!, nunca antes he hecho una entrevista, ¡como voy a entrevistar a Michael Jackson!
    -Oh, vamos Liz, estoy seguro que lo llevas en la sangre, no por nada eres mi sobrina - dijo exhibiendo una gran sonrisa- esta será una prueba para ti, si lo haces bien te doy el puesto.
    -Pero tío… ¿y si lo hago mal?, ¿te das cuenta de que me estas pidiendo que entreviste a Michael Jackson?
    -¡Claro!, y por lo mismo te he designado esta tarea, porque se que lo harás bien pequeña.

    Sopesé la idea por unos segundos…y decidí aceptar. Después de todo, tenia que intentarlo.
    -Está bien George, gracias por darme esta oportunidad.- le dije sonriendo.
    -No me lo agradezcas Liz, sabes que puedes contar conmigo, pero basta de esto, si no te apresuras llegarás tarde. La cita es a las 12 del día y te queda… exactamente una hora para estar ahí. Aquí tienes unos apuntes que te servirán para estar un poco más informada. Le diré a uno de los chóferes que te lleve querida. Ah, y por cierto-dijo rebuscando en un cajón- aquí tienes una grabadora.

    Salí de ahí lo más rápido que pude y me subí al automóvil. Durante todo el camino pensé en las preguntas que le haría y en como me presentaría ante él, ¡¿en que me había metido?!...Consideré la idea de escapar y después disculparme con tío George, pero temí decepcionarle, por lo que seguí adelante. Después de todo solo era una entrevista, si lo hacia mal buscaría otro empleo.
    De pronto el coche se detuvo, por lo que inmediatamente mis pensamientos fueron interrumpidos. Baje del automóvil y camine con decisión hacia el gran recibidor de aquel hotel, pero al entrar mi seguridad se hizo añicos. Ahí dentro había aproximadamente cien periodistas sin exagerar.

    Me dirigí hacia uno de los encargados del evento y registre mis datos. -Perfecto, tendré que esperar quien sabe cuanto tiempo- pensé.
    El lugar se encontraba repleto de reporteros, camarógrafos y productores. Intenté hacerme un lugar y me senté en uno de los grandes sofás que ahí habían. Tic-tac-tic-tac…

    El tiempo pasaba lentamente, por lo que decidí ir al tocador, así al menos, estaría presentable. Le pregunte a uno de los guardias de seguridad en donde estaba el baño y me encaminé escaleras arriba. Mientras caminaba hacia el baño observé que todo lo que ahí había era muy lujoso, en cada pasillo había una mesita con flores, las cuales desprendían un exquisito aroma. Aquel lugar si que era inmenso, tanto, que llegue a pensar que me había perdido. Pero finalmente visualicé una puerta, la cual según las indicaciones del guardia, debía ser el tocador. Y así era, entré y saque un pequeño estuche de mi bolso, en el que guardaba mi maquillaje. Aplique sutilmente un poco de color en mis labios y encrespé mis largas pestañas. Cuando finalmente decidí que me veía bastante bien, salí del baño y me propuse bajar las escaleras, pero cuando pise el escalón mi tacón tembló y me resbalé.
    -¡Maldita sea!- murmuré.
    -¿Estás bien?- escuché a alguien decir en frente mío, mientras me ofrecía su ayuda.
    -Sí, gracias.- dije al tomar su mano.
    Me levanté y comencé a sacudir mi falda sin mirar siquiera a aquel amable extraño.
    -Deberías tener más cuidado- dijo soltando una risilla.

    Lo último que quería era que se rieran de mí en ese momento. Levante mi rostro indignada para observarle, pero cuando mi mirada llego a su rostro, ahí se quedó mi enojo, que dio paso a la más absoluta sorpresa. Era Michael Jackson quien estaba en frete mío, en ese preciso momento.
    -Por favor no grites- dijo sonriendo, pero con cierto temor.
    -No planeaba hacerlo- le respondí volviendo en si. Inmediatamente la sorpresa que pude haber sentido se convirtió en la más absoluta vergüenza.
    -Gracias por ayudarme- dije emprendiendo mi camino nuevamente mientras él se quedaba ahí plantado, completamente sorprendido por mi reacción.

    Bajé las escaleras lo más rápido que pude- ¡Oh dios que torpe soy!- pensé para mis adentros. Y es que si en algún momento de mi vida sentí vergüenza, no se comparaba en nada a lo que sentía ahora. El mismísimo Michael Jackson había presenciado de principio a fin mi gran caída y además le tendría que ver en algunos instantes.

    Me tranquilizó el pensar en que él seguramente lo olvidaría.-De seguro ni siquiera recordará lo sucedido- medité intentando consolarme.

    Pasaron las horas y yo seguía esperando mi turno. No se exactamente cuantas horas estuve aguardando que me llamaran, pero habían sido muchas y lo más sorprendente era que la cantidad de reporteros parecía aumentar a cada minuto.

    Cuando ya comenzaba a perder las esperanzas de que aquello acabara algún día, un hombre se acerco a mi –su turno señorita, sígame por aquí- .
    Entramos en un elevador que nos conduciría al décimo piso del hotel, en el cual se encontraba la suite.
    -Es en la habitación 206 señorita - dijo mientras se alejaba y me dejaba sola frente a aquella habitación. Inhale profundamente una vez y me armé de valor.
    Entonces golpee suavemente la puerta con los nudillos. – Adelante- dijo una suave voz. Abrí la puerta y pude distinguir aquella figura, alta y estilizada de espaldas a mi, mirando por el gran ventanal de la habitación.
    - Gracias. Esta demás decir que cualquier clase de pregunta de índole personal esta prohibida.
    - Si, claro señor…Frank- dije esbozando una tímida sonrisa. A decir verdad, estaba bastante nerviosa, a pesar de que esto fuera bastante extraño en mí.
    -Veo que esta usted muy bien informada señorita…Elizabeth- dijo mientras miraba la credencial y sonreía cortésmente.
    -Bueno, mi deber es estar informada- dije bromeando, lo cual me ayudaba a controlar mis nervios, que para ese momento, ya eran casi nulos.

    Avanzó algunos pasos hacia el centro de la habitación, la que estaba exquisitamente decorada con flores en cada mesa.
    –Siéntese aquí- me señalo un pequeño y fino sofá color anaranjado, con sutiles dibujos dorados, lo cual le daba un toque muy sofisticado.-Gracias- dije sentándome y al momento Frank dio media vuelta y se marcho del cuarto.


    Volteé mi rostro, buscando a Michael, quien se acerco a mí, mirándome atentamente.
    -Buenas tardes señor Jackson, mi nombre es Elizabeth Forwell. –dije poniéndome de pie, ofreciéndole mi mano.
    -Hola – dijo sonriendo, mientras clavaba su mirada en mis ojos- ¿Tu eres la chica que tropezó en las escaleras verdad? -Le miré avergonzada, mientras que él parecía bastante divertido con la situación.
    -Creo que sí-sonreí tímidamente- la verdad, esperaba que lo hubiera olvidado.- dije bajando la mirada.
    -Oh, no te preocupes- dijo soltando una risilla- ya lo he olvidado por completo.
    Le miré y me quede conmocionada por la gran sonrisa que exhibía, ante lo que únicamente pude responder devolviéndole una sonrisa algo tonta.
    -¿Por que no nos sentamos?
    -Claro- dije saliendo de mi embobamiento. Que entupida me sentía. Si seguía así, probablemente él pensaría que yo era otra de sus histéricas fans. Abrí mi bolso y saque mi pequeña grabadora.
    - Bueno, comencemos.- le miré nuevamente, al tiempo que presionaba el botón de encendido del aparato.
    -Bueno Sr. Jackson, los últimos años han sido muy exitosos para usted y es que sus canciones suelen ser hits en las radios. ¿Qué es lo que le inspira?
    -Dime Michael- dijo mientras sus ojos negros relucían, llenos de simpatía.
    -Esta bien, Michael- le respondí sonriendo-, y entonces, ¿qué es lo que te inspira?-ensanchó aun mas su bella sonrisa y respondió
    -Bueno, creo que las cosas simples y cotidianas. A veces solo con escuchar una melodía las palabras comienzan a aparecer en mi mente, como si ya todo hubiera estado hecho.
    -¿Tienes en mente algún nuevo proyecto?
    -Si, y te daré una primicia- dijo con una sonrisa algo picara- aun nadie sabe esto, pero en poco tiempo más lanzare mi nuevo álbum.
    -¿A si?, ¿y como lo titularas?
    -Eso si no te lo puedo decir, será una sorpresa para mis fans.- respondió riendo.
    -¿Podrías revelarnos la fecha?- lo meditó por unos instantes, para luego responder.
    -Será muy, muy pronto, aproximadamente en una semana más.

    Y así, la entrevista siguió su curso. La verdad es que mi nerviosismo iba en aumento a cada segundo que transcurría, pues Michael me miraba fijamente, sin desviar la vista en ningún momento, lo cual me hacia sentir muy incomoda. Pero lo que empeoraba notablemente la situación, eran sus profundos y seductores ojos, los que, en todo momento traté de evitar. – ¡¿Pero que te pasa Elizabeth?!- pensé en mis adentros- ¿Por qué estas tan nerviosa?- De pronto mis cavilaciones fueron interrumpidas.
    -Solo cinco minutos más- dijo Frank, quien entró a la habitación, para luego abrir otra puerta de esta misma y desaparecer, dejándonos solos nuevamente.
    -Bueno, creo que con esto es suficiente- y al instante apague la grabadora
    -¿No quieres saber nada más?- me pregunto extrañado.
    -No, creo que es suficiente… ¿quieres que te pregunte algo más? , si es así solo tienes que decírmelo.-le mire con simpatía.
    Para mi sorpresa, su gesto de extrañeza se convirtió en risa.
    -¿Qué sucede?- le pregunté sorprendida. ¿Acaso había dicho algo gracioso?-
    -Es que eres una reportera muy extraña-dijo mientras su risa se calmaba- en cada entrevista que hago me preguntan sobre mi vida personal, como por ejemplo, si tengo novia.
    Al decir esto, su expresión cambió, tornándose notoriamente picara, ¿acaso Michael Jackson me estaba coqueteando? Decidí desechar esta idea inmediatamente, ya que eso era prácticamente imposible.
    -¿Acaso no escuchaste a tu manager?, hacer ese tipo de preguntas no esta permitido-dije sonriendo- Bueno, pero si quieres contármelo puedes hacerlo- le seguí el juego, mientras el me miraba con una sonrisa torcida.
    -Pues no, no tengo novia…estoy absolutamente disponible.- dijo cerrándome un ojo.
    Note como me ruborizaba, por lo que baje la vista. Este chico si que sabía ponerme nerviosa. Me sobresalte al sentir su mano en mi mentón, haciendo que lo mirara nuevamente.
    -Pareces muy joven para ser reportera, ¿que edad tienes?
    -Pensé que aquí la que hacia preguntas era yo- intente bromear, ante lo que el rió, para luego apretar sus labios y llevar su dedo índice hacia ellos, haciendo un gesto de silencio.
    -Tengo diecinueve años- respondí riendo.
    -Guau, ¿y hace cuanto haces esto?
    -Bueno…en realidad este es mi primer día-sonreí- y tú, mi primer entrevistado. Espero que no se haya notado demasiado.- ensancho su sonrisa, esta vez juguetona.
    -Claro que se notó.
    Le observe sorprendida, y no es que sea tan ególatra como para pensar que lo había hecho perfecto, pero al menos esperaba que de sus labios saliera una palabra de apoyo, o algo por el estilo.
    -No me mires así- dijo divertido -no es que lo hayas hecho mal, pero ya te dije, eres rara. Demasiado respetuosa y por sobre todo encantadora- al decir esto, me miró de una forma profunda y seductora. Inmediatamente sentí como mis piernas se entumecían y como mi corazón se aceleraba de una manera vergonzosa, por lo que mire hacia otro lado.
    -Creo que tienes varias entrevistas más que hacer-logré decir al fin, tratando de ponerle fin a aquella embarazosa conversación. –Para tu edad, tienes demasiados compromisos.- le sonreí tímidamente y me puse de pie.-
    -Es verdad.-respondió –
    -Ha sido un placer, Michael. Oficialmente eres el entrevistado más agradable que he tenido-dije extendiéndole mi mano.
    -Y el único- río por unos momentos, para luego mirarme. Estrecho mi mano y se acerco a mí, dándome un beso en la mejilla. Solo ese contacto provoco en mí una crisis nerviosa. Intente controlarme, pero aun así un leve escalofrío recorrió mi columna vertebral.
    -Adiós Elizabeth-susurró cerca de mi oído para luego alejarse. Di media vuelta y camine hacia la puerta mientras él se quedaba ahí plantado, siguiéndome con la mirada.
    -¡Espera!- gritó y se acercó rápidamente a mí.
    -¿Si? – dije mientras me volteaba a mirarlo.
    -¿Quieres cenar conmigo?- inquirió con una sonrisa en su rostro.

    ¿Que estaba pasando?, Michael Jackson me estaba coqueteando duro y parejo. Estuve a punto de decirle que si, pero me detuve. -¿Qué estas haciendo Elizabeth?, ¿acaso es que realmente crees que Michael esta interesado en una reportera?...-cavilé durante unos segundos y concluí que seguramente solo me invitaba a cenar para divertirse un momento. Típico de las celebridades…el debía haber hecho esto muchas veces.
    -No creo que sea apropiado-respondí.
    -¿Por qué no?, ¿me estas rechazando por que soy Michael Jackson verdad?
    -No- mentí- ¿acaso no te da miedo que publique esto mañana en un tabloide?-
    Me observó por un momento para luego sonreír – no lo harás- aseguró.
    Reí ante aquella seguridad con la que me había respondido.
    -Bueno, si quieres que tu entrevista sea publicada mañana, y que de paso yo consiga este empleo, me tengo que ir ya. Además, a ti te quedan varias entrevistas aun.
    -Tienes razón- sonrío - espero que nos volvamos a ver- dijo acercándose nuevamente a mi, pero al instante entro Frank a la habitación.
    -Se ha acabado el tiempo señorita.
    -Oh, claro, ya me iba.- Adiós- dije mirando a Michael.
    Dicho esto caminé hacia la puerta, mientras miles de ideas daban vuelta en mi cabeza. Salí de ahí y me metí al ascensor. ¿Qué clase de primer día era ese?










    Bueno, esos son los dos primeros capítulos de mi novela, espero que les guste y comenten ! , al que quiera seguir leyendo,aqui esta el link
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    Cristina Fernández
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    Mensaje por Cristina Fernández Sáb Nov 03, 2012 1:17 pm

    Amo esta novela me encanta el blog tongue cheers bounce bounce bounce Laughing Very Happy
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    irina02MJ
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    Mensaje por irina02MJ Jue Mar 20, 2014 4:11 pm

    esta buenisimaaaaa

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